Cuba: patrocinador de solidaridad mundial y humanismo V.

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Parte V: Manama, Bahréin: “Con Cuba en el corazón”. 

El Festival LEA, los amigos de Cuba y de toda Latinoamérica de Manama, capital del Reino de Bahréin, posibilitaron que la primera de las exposiciones fotográficas cubanas que se han exhibido fundamentalmente en Grecia entre 2018 y 2021 se mostrara por primera vez justamente en Manama, en febrero de 2018, en ocasión del I Festival Latino de de la capital de Bahréin, sobre la cual se comenta aquí en el contexto de la serie de publicaciones, “Cuba: un país patrocinador de solidaridad mundial y humanismo, de respeto por la vida y la amistad, promotor de la paz y los encuentros culturales entre todos los pueblos del mundo”.

El Reino de Bahréin es un país conformado por varias decenas de islas, ubicado en la costa este del golfo Pérsico, conectado al oeste por un puente de unos 26 kilómetros con Arabia Saudita. 

A menos de cien kilómetros al sur este, en línea recta, limita con Catar, país del golfo Pérsico donde prestaría reciente colaboración en la lucha contra el Covid-19 una brigada médica cubana Henry Reeve, compuesta por 200 profesionales de la salud, a lo que se debe añadir el personal médico cubano –500 profesionales más-- del Hospital Cubano de Dukhan, convertido en centro hospitalario para atender a los enfermos de la Covid 19. En total más de 700 profesionales médicos cubanos en lucha contra la pandemia en dicha nación.

Hecha esta breve contextualización geográfica anótese que desconocemos si hubo antes en Manama alguna otra exposición fotográfica cubana, aunque este dato no resultaría relevante en sí. Se conoce que varios artistas cubanos, algunos de ellos residentes en Grecia, han ofrecido su arte en diferentes sitios de Manama. Un hecho significativo es que, según sus organizadores, el I Festival Latino de Manama fue visitado por unas 15 mil personas. 

Además de las fotografías sobre Cuba estuvo presente la muy disfrutada cultura musical cubana, gracias a la presencia, también por invitación de los organizadores, de un destacado artista cubano residente en Grecia, que durante tres días interpretó con visible buena acogida antológicos temas del repertorio musical cubano y latinoamericano. 

Como en todas partes del mundo, el pueblo de Cuba tiene en Bahréin entrañables amigos. Gracias a la presencia de bahreiníes y de ciudadanos de varias naciones, entre ellos cubanos residentes, puertorriqueños, dominicanos, entre otras nacionalidades, se ejecutaron bailes cubanos y ritmos latinoamericanos, que fueron interpretados por músicos cubanos y bahreiníes, en vivo. 

Durante los días que estuvo expuesta la exposición fotográfica “Con Cuba en el corazón” fue visitada por muchas personas que asistieron al festival, entre ellos se tuvo el honor de la visita realizada por Sheikh Rashid, presidente de la Sociedad de Arte del Reino de Bahréin; de varios embajadores acreditados en el país, y miembros del cuerpo diplomático. La muestra fue inaugurada con la presencia del embajador de la República de Cuba en el Reino de Arabia Saudita, y concurrente en el Reino de Bahréin y la Sultanía de Omán, compañero Orlando Requeijo Gual. 

Bahréin tiene no pocos sitios renombrados, como la Gran Mezquita Al-Fateh, una de las más grandes del mundo, con capacidad para más de siete mil fieles, construida en el año 1987 y convertida en 2006 en Biblioteca Nacional del país. 

Tiene también tradiciones y oficios antiquísimos, como el de perlero, entre otros --la cultura perlera de Bahréin fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad--. El cultivo de perlas es ancestralmente visible allí, por ejemplo, en la cuenca de la bahía de Manama, desde cuyas zonas alejadas se otea en lontananza la moderna Manama, con sus variopintos rascacielos y mezquitas, unas veces casi invisibles y envueltos en el polvo arenoso que levanta la ventisca del desierto, otras, mostrando sus variadas formas, brillos y colores a la luz del sol, y siempre imprimiendo en la retina del breve visitante sus contrastes entre el pasado y el presente, donde sitios renombrados como el bazar Bab Al-Bahrain, entre otros, acentúan sus peculiaridades pasadas, o las torres gemelas del Centro Internacional de Negocios de Bahréin –Bahrain Worl Trade Center – “encristalan” peculiaridades presentes, si bien pasado y presente atravesados todos por los puntuales rezos y rituales religiosos, que convierten a la ciudad, a la antigua “polis” Bahreiní, en sonoro testigo de plegaria colectiva, de oración y diaria solemnidad. 

Con la universalidad, humildad y fortaleza que lo acompañó y legó, el Héroe Nacional de Cuba, quien justamente mañana en el reloj histórico de La Patria (o dentro de un rato en otras latitudes, o ya en otras, que es 28 de enero), estará cumpliendo 168 años, se referiría a ello en su artículo “Crece”, publicado el 5 de abril de 1894 en el periódico Patria, justo cuando preparaba la guerra por la independencia de Cuba de 1895, y con su proverbial sabiduría bebería del espíritu árabe, al hablar de aquellas cosas “que a lo menos, se han de tomar del árabe”. Para Martí (a sus 41 años): 

“…La aspiración de ayer es ya sacrificio hoy, que ven con ira, fácil de entender, los que no se quieren sacrificar.--Por sobre eso hay que pasar, y se pasa”, y a continuación beberá del pensamiento y la sabia plegaria del árabe:

“Del árabe --dijo Martí--, se han de tomar dos cosas a lo menos: su oración de todos los días, en que pide a Allah que le haga ir por el camino recto,--y el proverbio aquel que dice que no llegará al final de su jornada el que vuelva la cabeza a los perros que le salgan al camino”.

Y de allí, extrae en consecuencia: 

“La ciencia, en las cosas de los pueblos, no es el ahitar el cañón de la pluma de digestos extraños, y remedios de otras sociedades y países, sino estudiar, a pecho de hombre, los elementos, ásperos o lisos, del país, y acomodar al fin humano del bienestar en el decoro los elementos peculiares de la patria, por métodos que convengan a su estado, y puedan fungir sin choque dentro de él. Lo demás es yerba seca y pedantería”.

Gracias a los amigos de Cuba y Latinoamérica en Manama por su gentil invitación a la expo “Con Cuba en el corazón”; gracias a LEA; gracias a las autoridades espirituales de la Gran Mezquita Al-Fateh que tenían sus puertas abiertas, sin previo aviso, pues nunca las cierran, e invitaron a presenciar parte de una importante ceremonia de graduación religiosa sobre el Corán; por mostrar detalladamente la Mezquita, piedra a piedra, y su ancestral cultura; gracias por el respeto, la paz y solidaridad; gracias a la Biblioteca Nacional de Bahréin, a los niños y niñas con quienes interactuamos, a las familias que con tanto amor se refirieron a Cuba; gracias a no pocas personas más, entre ellos, gracias a los trabajadores manuales perleros de Manama, que no tuvieron reparo en mostrar su trabajo solitario y apartado, sus “procederes”, una obra intangible que es Patrimonio de la Humanidad, gracias por invitarnos a probar su te, en sus mismos jarritos llenos de arena, cuando escucharon, “Cuba”. 

Ver las manos hábiles, curtidas, duras, precisas, llenas de arena, del perlero callado y azaroso, para quien la vidriera de su tesón se ve a lo lejos, allá donde el reflejo del sol contra los cristales brota casi entre las nubes, con el rostro trigueño y fruncido, también hace pensar en Martí: 

“Si dicen que del joyero tomé la joya mejor, tomo a un amigo sincero y pongo a un lado el amor”.

Tomado Facebook Oriol Marrero, consejero Embajada de Cuba en Grecia

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