Para rendirle homenaje a José Martí en sus 168 cumpleaños nos fuimos hasta Cayo Hueso formando parte de la comitiva de La Alianza Martiana, la Asociación Cultural “José Martí” USA y demás organizaciones de la emigración patriótica de Estados Unidos, radicadas en Miami.
En diferentes vehículos salimos temprano en la mañana del domingo 24 de enero, luego de más de 3 horas de viaje y de desandar más de 165 millas llegando cerca de las once de la mañana para un encuentro con la historia.
Nuestro auto- donde viajaba Max Lesnik, Director de Radio MiamiTv, José Brito destacado cantor de boleros y este servidor- lo detuvimos en la milla 66 y allí visitamos a Eduardo Rivadeneira un viejo amigo de Cuba, peruano, puertorriqueño y norteamericano. En el hogar de este hermano latinoamericano tuvo lugar un singular encuentro que devino un homenaje a la amistad, allí recordamos al apóstol y de su relación con uno de sus mejores amigos, Fermín Valdés Domínguez a quien conoció siendo muy joven y a quien le dispensó profundo cariño y respeto. En un discurso en su honor, el 24 de febrero de 1894, dijo: «…la lealtad de los amigos, que es almohada cierta»
Con emotivas palabras Max Lesnik habló de los países latinoamericanos, de Cuba y su relación con Estados Unidos. Martí que vivió aquí en EEUU por más de 14 años fue descubriendo este país, su forma de vida y las intenciones hegemónicas contra América Latina, que ya desde aquellos años imperaban en el mismo.
Antes de proseguir camino hacia Cayo Hueso, en este hogar, Eduardo Rivadeneira nos regaló varios libros entre ellos dos tomos ilustrados de La Edad de Oro de Martí y otros libros que tienen que ver con la cultura y arte cubano, el anfitrión hizo gala del precepto martiano «El patriotismo no es más que amor, la amistad no es más que amor». Y es que la amistad le sirvió a Martí poeta, de permanente inspiración: “Tiene el leopardo un abrigo en su monte seco y pardo, Yo tengo más que el leopardo, Porque tengo un buen amigo”. Antes de despedirnos del amigo, degustamos un rico café cubano y surgió la idea de convertir aquel lugar, sobre todo el patio de su hogar en la Primera Parada Cultural Hemingway en homenaje al gran escritor y periodista norteamericano Ernest Miller Hemingway, un gran admirador de José Martí.
Tomado de Radio MiamiTV