Las recientes acciones orquestadas desde los Estados Unidos de América, donde se alienta y financia a grupúsculos mercenarios en Cuba con veleidades anexionistas, contrarias a la voluntad del pueblo, pretenden socavar vilmente la soberanía de la patria y la independencia que tanta sangre nos ha costado.
Cuando recordamos la larga lista de dominaciones, intervenciones y asedios que ha sufrido Cuba a lo largo de su historia, estos intentos de crear una vez más el caos y de querer regresarnos a la condición deleznable de colonia, de apéndice de cualquier estado o nación poderosa, nos hacen escuchar incesantemente hoy la voz enérgica y profunda de Antonio Maceo Grajales, nuestro Titán de Bronce:
“Cuba será libre cuando la espada redentora arroje al mar sus contrarios. La dominación […] fue mengua y baldón para el mundo que la sufrió; pero para nosotros es vergüenza que nos deshonra. Pero quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha. Cuba tiene muchos hijos que han renunciado a la familia y al bienestar, por conservar el honor y la Patria. Con ella pereceremos antes que ser dominados nuevamente […]”.
Somos cubanos, hijos fieles de Martí, de Maceo y de Fidel, y serlo implica un supremo e inaplazable deber. No cumplirlo es cometer un crimen y una traición a los que murieron por ella, a los que siguen batallando por ella y amándola cada día. Nosotros, cubanos dignos de la emigración, condenamos todos los actos premeditados contra Cuba, todas las campañas de difamación contra nuestro país, todas las maniobras de sujetos aupados por el imperio para resquebrajar la soberanía e independencia de Cuba. Nuestra patria podrá eternamente contar con nosotros y por siempre vivir orgullosa de estos hijos que la defenderán al precio que sea necesario.
París, 30 de noviembre de 2020.
Coordinadora de Cubanos Residentes en Francia