Asociaciones de cubanos residentes en Portugal condenan los 59 años de imposición del bloqueo de EE.UU. contra Cuba.

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Hablamos del bloqueo más cruel y largo de la historia, el más prolongado y abarcador cerco económico, comercial y financiero contra país alguno; de la Helms-Burton y las 242 medidas impuestas por el gobierno de Donal Trump, que dejó otra perla de su consulado – la de situar a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.

No hay que poseer una bola de cristal para discernir que EEUU sigue queriendo, como hace 60 años, el fin del socialismo en Cuba. Ni hay que tener acceso a los pasillos de la CIA para convencerse de que nos siguen teniendo en su plan de trabajo. 

El avance de las tecnologías y el surgimiento de internet permitieron aumentar exponencialmente el impacto de esta política sexagenária.

La creación de la Fuerza de Tarea en internet, también conocida como Grupo operativo de internet para la subversión en Cuba, siguiendo las directrices planteadas por el presidente Donald Trump en su memorando presidencial del 16 de junio de 2017,  permitió llevar a una nueva dimensión los ataques a la reputación de los cuadros, periodistas, artistas, y todo aquel que se reclame de la Revolución o no se pliegue a la campaña difamatoria.

Para enfrentar todo desafío a lo largo de seis décadas, el estado cubano ha desarrollado, además de un eficaz aparato de seguridad y defensa, lo que los clásicos de la doctrina militar han llamado una gran estrategia. 

Se trata de la capacidad para poner en función de la defensa, todos los recursos de la nación para alcanzar su objetivo político fundamental, mediante una efectiva diplomacia, política informativa, y todo lo que genere alianzas, domésticas a internacionales, incluyendo a actores del lado de allá, en campos como la cultura, la educación, la ciencia.

Hemos vivido episodios similares y peores por más de 60 años, pero esta vez hay un peculiar contexto de cambio de gobierno en los EEUU que podría ser favorable al reclamo de muchos estadounidenses y naciones que en el mundo exigen que se respete el derecho internacional y se eliminen las violentas medidas unilaterales del norte poderoso contra la pequeña isla antillana.

La pasada semana, la vocero de la Casa Blanca anunció la voluntad del Gobierno de Joe Biden de revisar la política de EE.UU. hacia Cuba, cuyo rumbo fue notablemente escoriado por la anterior administración.

El presidente del Comité de Finanzas del Senado, Ron Wyden, demócrata por Oregón, presentó días atrás un proyecto de Ley de Comercio entre Cuba y Estados Unidos de 2021, que busca derogar las sanciones obsoletas y establecer relaciones comerciales normales con la Isla.

“El embargo de nuestra nación a Cuba es un artefacto de la década de 1960. Continuar con esta política de aislamiento anticuada y dañina sería un fracaso del liderazgo estadounidense. Si bien Trump aumentó las tensiones con Cuba durante su desastroso período en el cargo, soy optimista sobre el nuevo curso diplomático del presidente Biden”, dijo Wyden. 

“Independientemente, el Congreso tiene la obligación moral y económica para con el pueblo estadounidense de mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba de la manera más rápida y segura posible”, añadio.

Pero no nos hagamos ilusiones.

Para el año que viene, como la novela, el Pueblo Héroe de la República de Cuba estará contando 60 de esta política obsoleta y fracasada de guerra fría.

ASOCIACIÓN  DE CUBANOS RESIDENTES EN PORTUGAL – ASOCIACIÓN CULTURAL YORUBA DE CUBA-F – ASOCIACIÓN DE ORIGINÁRIOS CUBANOS EN PORTUGAL

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