Por Deisy Francis Mexidor
Cuba transita por un momento de profundización de los vínculos con sus emigrados, lo que evidencia la continuidad de los principios de la Revolución respecto a los naturales radicados en otros países, afirmó Ernesto Soberón, director general de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE) de la Cancillería.
Estamos recogiendo los frutos de una política iniciada en 1978 con el Diálogo de la Nación y la Emigración, que tuvo hasta ahora tres ediciones similares; justo en abril del pasado año hubo que suspender la conferencia programada, a causa de la pandemia de la Covid-19, expresó Soberón al referirse al tema, en entrevista exclusiva para Correo de Cuba.
Aunque, a juicio suyo, todavía quedan cuestiones pendientes, recordó que a lo largo de estos 43 años se adoptó una serie de disposiciones cuyo objetivo primordial ha sido mejorar, incrementar y hacer más fluidos los vínculos de la isla caribeña con esa comunidad, integrada al presente por 166 asociaciones en 79 Estados.
El diplomático comentó que, con tales fines, en 2003 se renovó además la política migratoria. 'Se tomaron medidas para facilitar los viajes de los cubanos hacia el exterior, y de los nacionales en el extranjero hacia su país de nacimiento', acotó.
'Pensamos que las principales perspectivas de desarrollo, en materia de relaciones entre Cuba y los nacionales en el exterior, están relacionadas fundamentalmente en el ámbito de su mayor participación en los cambios que tienen lugar a lo interno en el desarrollo económico y social', subrayó el director general de la DACCRE.
En tal sentido citó, por ejemplo, 'los procesos que tienen lugar en la inversión extranjera, en cuanto a negocios con cubanos residentes en el exterior y en proyectos de cooperación entre instituciones cubanas y extranjeras'.
Aseguró que ha aumentado el interés de los connacionales por las solicitudes de esta naturaleza, 'se abre también un campo de oportunidades en el ámbito de desarrollo local porque buscan aportar a las localidades que los vieron nacer, donde crecieron y viven sus familiares'.
A una pregunta acerca de las complejidades del año 2020 debido a la pandemia, Soberón manifestó que la emergencia de salud mundial conllevó a explorar vías que permitieran lograr eficacia en lo concerniente a la atención a los cubanos en el exterior.
Indicó que, entre varias disposiciones, comenzaron los trámites a distancia en los diferentes consulados, y para garantizar el retorno de connacionales varados en otras regiones del orbe se organizaron más de 90 vuelos.
'Alrededor de cinco mil cubanos pudieron regresar y adelantamos medidas excepcionales, como declarar –de momento– una moratoria sobre los 24 meses que pueden estar los ciudadanos cubanos en el exterior, una prórroga que se extendió, automáticamente, exenta de costo', agregó.
Pero, lo que es obvio, en materia de relaciones con la diáspora desempeña un papel preponderante la radicada en Estados Unidos, que es la más numerosa, reseñó, y comentó que, según el censo de 2013 efectuado en la norteña potencia, allí radican cerca de dos millones de oriundos de la isla antillana; de ellos, un millón 200 mil naturales y 800 mil descendientes de esos ciudadanos.
Opinó que, pese a las múltiples campañas y a la agresividad de las políticas adversas al país insular adoptadas durante los últimos cuatro años por el Gobierno del exmandatario Donald Trump, la realidad es que en las elecciones que perdió el republicano en 2020 no logró ampliar el favor de la comunidad cubana residente en Estados Unidos más allá de lo que obtuvo en 2016.
Eso demuestra, apuntó el funcionario, que 'toda esa campaña, toda esa hostilidad no se tradujo, en la práctica, en un mayor respaldo; por el contrario, la mayoría de esa comunidad apoya un mejoramiento de los vínculos comerciales entre los dos países, el incremento de los viajes, y reclama la apertura de la oficina consular de Washington en La Habana'.
Tal notable proporción quiere que los vuelos lleguen a cada provincia cubana, que los estadounidenses puedan venir a la nación caribeña sin limitaciones, que se restablezca el envío de remesas, que regresen los cruceros y, en sentido general, que se levanten las medidas coercitivas del bloqueo que poseen un efecto extraterritorial.
Una gran parte apuesta por volver a la última etapa de la Administración del expresidente Barack Obama, cuando ambos países retomaron el camino de los nexos diplomáticos, en 2015, con respeto dentro de las diferencias.
Solo una minoría de esa comunidad de emigrados, pero que cuenta con poder e influencia, sobre todo en el sur de la Florida, se opone a cualquier acercamiento a Cuba.
Entrevista publicada en el número 353 de “Correo de Cuba”